Budapest, conocida como la «Perla del Danubio», es una ciudad que combina historia, cultura y un encanto único.
En solo dos días, puedes explorar algunos de sus lugares más emblemáticos, disfrutando de su impresionante arquitectura, sus baños termales y su vibrante vida urbana.
Aquí tienes un itinerario completo para un fin de semana inolvidable en la capital húngara.
Comienza tu aventura en el imponente Parlamento de Budapest, situado a orillas del Danubio. Este edificio neogótico, inaugurado en 1904, es uno de los más grandes de Europa y simboliza el orgullo nacional húngaro.
Puedes realizar una visita guiada para admirar sus interiores decorados con mármol y oro, así como la Corona de San Esteban, uno de los tesoros más importantes del país.
Después de explorar el Parlamento, dirígete al Puente de las Cadenas, inaugurado en 1849, que conecta Buda y Pest, las dos mitades de la ciudad.
Este puente colgante fue el primero en cruzar el Danubio y es una de las estructuras más fotografiadas de Budapest.
Al cruzarlo, disfrutarás de vistas espectaculares del río y de la colina del Castillo.
Sube a la colina del Castillo para explorar este complejo histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aunque el castillo actual fue reconstruido en el siglo XVIII, sus raíces se remontan al siglo XIII. No te pierdas la Iglesia de Matías, famosa por su arquitectura gótica y sus coloridos tejados de cerámica Zsolnay.
La iglesia, construida originalmente en 1015, ha sido testigo de innumerables coronaciones y eventos históricos.
Termina tu primer día en el Bastión de los Pescadores, un mirador construido en 1902 que ofrece una vista impresionante del Danubio y del Parlamento.
Su diseño neogótico y neorrománico crea un ambiente mágico, ideal para tomar fotografías al atardecer.
Empieza tu día explorando el Mercado Central de Budapest, inaugurado en 1897. Este edificio histórico alberga puestos que venden productos locales como paprika, salami y vino Tokaji.
Es el lugar perfecto para comprar souvenirs y probar la cocina húngara tradicional.
Budapest es conocida como la «Ciudad de los Balnearios» por sus fuentes termales. Dedica unas horas a relajarte en los Baños Széchenyi, construidos en 1913, que son los baños termales más grandes de Europa.
Con piscinas interiores y exteriores, saunas y baños de vapor, esta experiencia es un imprescindible para recargar energías.
Explora el Barrio Judío, que alberga la Gran Sinagoga de la Calle Dohány, la más grande de Europa, construida en 189.
Este barrio también es conocido por su vibrante vida nocturna y sus bares ruina, como Szimpla Kert, que ofrecen una experiencia única en edificios históricos reconvertidos en espacios culturales.
Antes de despedirte de Budapest, pasea por la ribera del Danubio y visita el conmovedor Monumento de los Zapatos, creado en memoria de las víctimas del Holocausto.
Este sencillo pero poderoso homenaje te permitirá reflexionar sobre la historia de la ciudad.
En solo dos días, Budapest te transportará a través de su rica historia, su arquitectura impresionante y su ambiente acogedor.
Desde los majestuosos edificios del Parlamento y el Castillo de Buda hasta la tranquilidad de los baños termales, esta ciudad te dejará recuerdos inolvidables y el deseo de volver.
¡Prepara tus maletas y déjate cautivar por la magia de Budapest!
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