Navidad o cumpleaños, no hay ocasión pequeña para competir con mi hermano por el mejor regalo.
Y el Día del Padre no es una excepción.
Sin embargo, aunque mi hermano no esté tan dotado como yo, posee los genes excepcionales de mi familia, lo que puede convertirlo en un oponente formidable.
Por eso, este año he decidido ir a por todas con un regalo excepcional para el Día del Padre: ¡un fin de semana en familia en Europa!
A la vez original y sorprendente, esta idea de regalo me garantiza el puesto número 1 y la alegría de mi padre cuando descubra su sorpresa (sí, una cosa es tan importante como la otra).
Y como me solidarizo con todos los que quieren salir victoriosos de esta batalla familiar, aquí van 5 destinos europeos perfectos donde celebrar el Día del Padre.
¡Que el destino te sea propicio!
Croissant para desayunar, impresionantes monumentos históricos o un paseo a orillas del Sena: ¡no es un remake de Emily en París lo que le estoy describiendo, sino el programa que le espera si va a París para el Día del Padre!
Cuna de la gastronomía y de la historia, la capital francesa es la idea de regalo perfecta para presumir de papá (y de tu hermano/hermana también…) y pasar un extraordinario fin de semana en familia.
Una visita al Museo del Louvre, un paseo por las coloridas calles de Montmartre o una degustación de ancas de rana en un bistró tradicional… ¡no hay días suficientes en la vida para verlo todo de París!
Sea cual sea la personalidad de su padre, esta ciudad siempre tendrá un lugar o una actividad que le hará brillar
Y para demostrarlo, he aquí una lista (no exhaustiva) de cosas que hacer in situ:
Si tu padre está tan pálido como una pastilla de aspirina, y no es por tus resultados escolares, ¡es porque necesita un poco de sol!
Y nada mejor que un fin de semana familiar en Lisboa como regalo del Día del Padre.
Conocida por su buen tiempo, su bella arquitectura y su deliciosa gastronomía, la capital portuguesa cuenta con una amplia oferta de lugares que seguro seducirán al afortunado.
¿A tu padre le apasionan los animales? Llévelo al Oceanário de Lisboa. Reconocido como uno de los más grandes de Europa, este acuario le permitirá admirar numerosas especies marinas, a cual más fascinante.
Si a su padre le gustan los barrios pintorescos, ¡nada como un paseo por Alfama!
Con sus tesoros escondidos, sus rincones inesperados y sus encantadoras callejuelas, el barrio más antiguo de Lisboa hará las delicias de su padre.
Por último, si el protagonista del día es un niño curioso y siempre en busca de nuevos lugares por descubrir, el Monasterio de los Jerónimos le dejará con estrellas en los ojos.
Conocido por sus esculturas y arquitectura, ¡este lugar convertirá el Día del Padre en una jornada sensacional que no olvidará!
Si a tu padre le gustan las actividades al aire libre, un viaje a Copenhague es el regalo perfecto para el Día del Padre.
Al contrario de lo que pueda parecer, la capital danesa tiene mucho que ofrecer en cuanto a actividades.
Uno de mis lugares favoritos es el barrio de Nyhavn.
Con su decoración sacada de una postal, a tu padre le encantará pasear por sus coloridas casas, contemplar la tranquilidad del canal o admirar una de las antiguas casas del escritor Hans Andersen.
El lugar perfecto para recargar las pilas, ¡seguro que le encantará a sus seres más queridos!
Si quiere convertir el Día del Padre en un día de emociones fuertes, el parque Tivoli es el lugar ideal.
Perfecto para hacer las delicias de los más pequeños y transportar a los adultos a la infancia, este parque es uno de los más populares entre los lugareños. Desde espectáculos musicales hasta atracciones, seguro que tu padre se lo pasa en grande.
Si tu padre es un gourmet aventurero, no puedes dejar de presentarle una de las especialidades danesas: ¡el smørrebrød!
Este perrito caliente se elabora con pan de centeno y puede llevar embutido, queso o incluso pescado. Un plato tradicional que merece la pena.
Si a tu padre le gusta la cultura, el arte o dar largos paseos en un entorno único, seguro que Ámsterdam le cautivará.
Los amantes de las vistas no pueden perderse el barrio de Jordaan.
A menudo apodado el barrio con más encanto de la ciudad, a tu padre le encantará pasear por las galerías de arte, las boutiques vintage y los festivos bares y restaurantes.
Para los papás amantes de la época real o de la serie Crónicas de Bridgerton, recomiendo encarecidamente una visita al Palacio Real de Ámsterdam.
Abierto sólo durante una parte del año, este monumento histórico de impresionante arquitectura te sumergirá en la época de la realeza holandesa en un abrir y cerrar de ojos.
Por último, pero no por ello menos importante, no puede hacer un viaje sin visitar el IJ-Hallen, también conocido como el mayor mercadillo de Europa. Aquí encontrará coloridos puestos, ropa original y antigüedades insólitas.
Y quién sabe, a lo mejor encuentras otro regalo del Día del Padre para tu papá…
Nota del autor: para rematar la escapada por todo lo alto, nada mejor que refrescarse en el molino de viento De Gooyer. Muy diferente a los de la época, este lugar es en realidad una microcervecería artesanal conocida por sus bebidas ecológicas.
Una parada que combina placer y descubrimiento.
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Por desgracia, no seréis los únicos interesados en los monumentos parisinos. Le aconsejo que consiga sus entradas con antelación para sus visitas, ¡así evitará colas de espera tan largas como en Disneylandia!